martes, 13 de mayo de 2008

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA EN CAMPILLOS



Fragmento de la novela:

A veces me quedaba absorta en el silencio de nuestra habitación, en el silencio de las noches en el desierto argelino, y contemplaba a Manu mientras caminaba de un lugar a otro de la estancia o sentado delante de un libro, unos apuntes, o entretenido con el teclado del viejo ordenador. Lo miraba mientras comía o se duchaba, al acostarnos o al despertarnos, daba igual. Me quedaba parada en sus gestos cuando lo tenía en frente de mí y me hablaba alegremente sin reparar en mi abstracción, luego, al darse cuenta, me miraba fijamente a los ojos y me decía:
-¿En qué piensas?
Entonces yo me levantaba, corría la poca distancia que nos separaba y me echaba en sus brazos. Lo besaba desenfrenadamente, con locura, como una fierecilla sin domesticar. Recorría sus párpados cerrados, sus mejillas bronceadas por el fuerte sol del desierto, su cuello robusto, con mis labios enardecidos de pasión, y él recuperaba la tranquilidad perdida al comprobar que mi ausencia no se debía a otra causa más seria, al hastío por el lugar donde nos encontrábamos o al deseo de regresar a nuestro mundo, sino al puro fruto del amor. Entre abrazo y abrazo me susurraba al oído que me quería.
-Yo también te quiero.
Después nuestros cuerpos se fundían en un abrazo más duradero. Éramos los dueños de la noche.


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"Cuatro rosas y un sueño", por Ana Herrera Barba

E-BOOK
Un enfoque histórico, un trasfondo de exotismo, cuatro mujeres de otro tiempo, cuatro rosas que nos hablan desde el ayer para hacernos reflexionar sobre el presente más cercano. Cuatro mujeres que sintieron las mismas inquietudes de la mujer actual, que se entregaron a sus sueños y al amor, y que padecieron el dolor sobre sus almas de violeta. La primera es la voz de una mujer del antiguo Egipto, que dejó grabada su historia sobre una losa de piedra que se encuentra en el Museo Británico de Londres. La segunda, Hipatia, la última directora de la Biblioteca de Alejandría, primera filósofa y científica de occidente, lapidada en su ciudad en el 415 d.C. Walläda, la última princesa del califato Omeya de la ciudad de Córdoba; vivió en el siglo XI, y fue una mujer rebelde y una excelente poeta. Mumtaz Mahal, la mujer que inspiró la construcción del Taj Mahal, esa maravilla de la arquitectura moderna que Tagore bautizó como “Una lágrima en la mejilla del tiempo”. Cuatro relatos y cuatro poemas que nos desvelan las voces de ayer que no son sino las voces de hoy y las voces del mañana.