sábado, 23 de junio de 2007

artículo publicado en prensa LAS NOTICIAS del 16 al 30 de junio de 2007

Querida amiga:

Hoy me gustaría recordarte lo que todas sabemos. Seguramente viste hace unos días un programa televisivo sobre la situación actual de la mujer en España, pero por si no fue así, voy a intentar resumir para tí los puntos más importantes que allí se trataron. Se barajaron términos como paridad y discriminación positiva, que más tarde se cambió por el de acción positiva, en el sentido de instar a la mujer en su lucha , porque aunque la igualdad legal entre hombres y mujeres ya sea un hecho, está igualdad aún no es real. Y como ejemplos sirvan los siguientes:
Sabemos que la mayoría de los estudiantes universitarios de nuestro país son mujeres y que son estas también las que sacan las mejores notas; sin embargo, los puestos de mayor responsabilidad los siguen ocupando los hombres.
Si una mujer en edad adulta busca un puesto de trabajo y tiene hijos, difícilmente lo va a encontrar. En este caso, los expertos aconsejan echar el currículum ciego, es decir, aquel donde no figuran datos sobre el sexo o la edad, y donde sólo se reflejan las cualificaciones personales.
Si atendemos al espacio público, también éste pertenece al varón, porque es, sin duda, la mujer la que en mayor grado sufre de la inseguridad ciudadana.
Y no olvidemos esa mochila cargada y pesada que la mujer lleva sobre su hombro: la responsabilidad del hogar. Una responsabilidad con letras mayúsculas que le viene impuesta desde la prehistoria, donde eran ellas las encargadas de cuidar a los hijos, preparar el sustento diario y confeccionar las ropas para protegerse del frío. Una responsabilidad que se acrecentó con el nacimiento de la sociedad patriarcal. Si existen once millones de amas de casa en España, ¿en qué clasificación ponemos a las mujeres que trabajan fuera del hogar y que no han dejado, ni por un momento, de ser amas de casa? La igualdad en la responsabilidad doméstica no está ni en poco conseguida.
Y no olvidemos a aquellas mujeres, que en las puertas del siglo XXI, están pagando su libertad con lágrimas de sangre.
Y pese a todo, hoy por hoy, amiga mía, aún nos mueve la fe, la fe en el futuro y en la humanidad, y nos mueve el amor, esa rueda mágica y maravillosa que hace girar el mundo, un amor que es de cualquier época y eterno como los tiempos.
Y después de esta breve reflexión te animo a buscar tu propio espacio. Y entre la multitud de cosas que podemos hacer, escribe. Escribe sobre tus sentimientos, tus pensamientos, tu infancia o la realidad que te rodea. Y no te olvides de leer. En cierta ocasión recomendé algún título.
“Historias de mujeres” de Rosa Montero. El título lo dice todo.
“Walläda, la Omeya” de Magdalena Lasala. La vida de una mujer independiente y rebelde.
“Memorias de la melancolía”, la historia de María Teresa León.
“La voz dormida” de Dulce Chacón, sobre las mujeres republicanas en las cárceles de la posguerra española.
“Olvidado rey Gudú”, ese libro maravilloso de Ana María Matute.
Libros magistrales como “Los momentos estelares de la humanidad”, de Stefan Zweig, “El ensayo de la ceguera” de José Saramago, o “La vieja sirena” de José Luis Sanpedro, éste ültimo sobre la antigua Alejandría. Y sobre Egipto, busca a Terenci Moix, “EL arpista ciego”, “El amargo don de la belleza”, o el clásico de clásicos “Sinuhé, el egipcio”. Imprescindible para entender la novela contemporánea es el gran Frank Kafka de “La metamorfosis”.Y muchos, muchos más. Si prefieres la poesía de nuestra época, para estar al día, hay varias antologías que incluyen a los dos sexos, ejemplo “Las ínsulas extrañas”, de voces hispanas, o específicamente femenina,”Ellas tienen la Palabra”, entre otras. O puedes leer al maestro del verso y la palabra, el portugués Fernando Pessoa en su antología “Un corazón de nadie”.
Leer te hace libre. Que pases felices horas en el placer de leer. Te dejo con el buen sabor de estos versos de Alberti:
¡Paz, paz, paz para leer!
Un libro abierto en el alba
y otro en el amanecer

Ana Herrera

Emitido en la Firma de la Cadena Ser Costa del sol y Amicam radio Campillos.
Publicado en prensa, “Las Noticias” de San Pedro Alcántara, 16 al 30 de junio de 2007.

martes, 12 de junio de 2007

NARRATIVA: DE NUEVO OTOÑO

De nuevo otoño, / cuando regresa el sentir cotidiano / de lo pasajero y la melancolía se adueña / de la belleza de ser nosotros. /Amanece y ronda un viento frío / y un gris en el aire / se lleva el color de agosto maniatado.

Queridos amigos:
Ha vuelto octubre. Un octubre que nos hace empezar de nuevo, de vuelta de las vacaciones estivales, y acoger calurosamente al otoño, a ese otoño de tardes grises y aceras que crujen al paso del caminante. A ese otoño de belleza en el aire, templado, pacífico, mediador. Un otoño de esperanza, de inquietud, de aliento y desaliento, de sueños. Y, en este marco de belleza templada, recordemos esa otra canción, la canción de un cuento de Almodóvar. Un cuento que, adoptando la forma de una carta, recogía las palabras de agradecimiento de una madre emocionada a otra madre de acogida española. Felicitaciones, pues, para todas esas madres, padres, amigos y hermanos que durante el verano han cargado con la gran responsabilidad física y psicológica de acoger en sus hogares a tantos niños de un mundo desfavorecido. Y felicitaciones a todos los que creemos en la templanza de la palabra y en la fuerza del amor, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la democracia, la libertad, como únicos instrumentos para resolver los conflictos del hombre y de la convivencia. Si a diario nos enfrentamos con cientos de situaciones que escapan a nuestro control - el azar, el tiempo, la enfermedad, la muerte-, entonces ¿por qué no tratar de remediar lo remediable? Todos llevamos algo dentro de aquello con lo que enardecía el gran escritor ruso León Tolstoi, la bondad, el amor y la palabra. Dejemos que afloren y hagamos uso de una buena dosis de generosidad, mucha generosidad.
Ana Herrera

Emitido en La Firma de la Cadena Ser Costa del Sol y Amicam radio Campillos.
Publicado en la prensa de San Pedro Alcántara: “Las Noticias” 1 al 15 Octubre 2006.

NARRATIVA:FERIAS Y FIESTAS

La palabra “fiesta” procede del latín “festa”. En el diccionario de la lengua española aparece con diversas acepciones. Quizás la más común sea la primera: “Ocasión en que se reúnen varias personas para celebrar un acontecimiento o para divertirse”. Si buscamos el término “feria”, entre otros significados, también aparece como “fiesta popular que se celebra en una localidad cada año en las mismas fechas”. En este sentido, demos la bienvenida a todas las ferias y fiestas que se avecinan con motivo de la celebración del verano, y la enhorabuena, en especial, al pueblo de Campillos que en estos días celebra sus ferias coincidiendo con la festividad de la virgen María, pues en ninguna de ellas falta el emblema del santo, alcanzándose de esta manera la simbiosis perfecta entre algarabía y religiosidad.
Desde los tiempos más remotos los gobernantes, incluso más impasibles, sabían de la necesidad de sus pueblos de organizar sus propias fiestas y homenajear a los dioses. Los cultos a la fecundidad ocupaban un gran lugar en las religiones naturales, pues de ellos dependía la propia supervivencia. El sol era un elemento fundamental en la cultura de las primeras sociedades paganas y agrarias, ya que, gracias a él, las cosechas renacían en primavera.
La herencia cultural que recibimos en Occidente se la debemos a tres afluentes que convergen en el Imperio Romano: la religión de Mitra, cuyo dios era adorado en Irán desde el año 1000 a.C.; las fiestas de Saturno, celebradas por los romanos y llamadas Saturnalias, que se caracterizaban por sus festejos y banquetes; y el culto solar de los pueblo nórdicos europeos, también festejado en Roma, en que se adoraba al “Sol Invictus”, dios Sol Invencible, para pedir un nuevo año de luz y calor. En Grecia el culto a Dionisos se repartía en cuatro festividades, dos en invierno y dos en primavera.
También el deporte en la antigüedad estaba estrechamente vinculado con las fiestas de los pueblos. Su origen y práctica datan de tiempos remotos. En los Estados Griegos los juegos se desarrollaron en homenaje a sus dioses y periódicamente celebraban fiestas deportivas, las más famosas en homenaje a Zeus en Olimpia desde el II milenio a.C. Mientras se desarrollaban las fiestas se establecían treguas entre los pueblos que sostenían guerras. Los juegos Olímpicos duraban cinco días. Las fiestas no sólo eran deportivas, era un centro de reunión de todo el universo griego, encuentro de hombres e ideas. En el primer día de los juegos se celebraban sacrificios, procesiones y diversas ceremonias religiosas, y los juegos propiamente dichos comenzaban el segundo día.
Por otra parte, el despertar del comercio fue un acontecimiento paralelo al despertar de la vida urbana. La práctica mercantil puede fecharse para el conjunto de la Europa cristiana con posterioridad al año mil. Comenzaron a desarrollarse las ferias. Se trataba de encuentros de mercaderes en fechas fijas y en lugares señalados. Los más importantes fueron los de la región francesa de Champagne. Con la evolución de la banca y de la actividad comercial surgen pujantes ferias en Amberes, Ginebra o Lyón. En este capítulo hay que incluir a las de Medina del Campo creadas a comienzos del siglo XV. Junto a la gran diversidad de productos, en especial de lanas, en una época sacralizada como aquella, resulta comprensible entender que la ciudad estuviese bien armada para satisfacer la demanda de primerísima necesidad para la oferta de lo religioso, servicios sacros y toda clase de productos exigidos por la religiosidad popular, fiestas, diversiones, sermones.
Se produce así el entronque entre lo religioso y lo comercial. En las fiestas la gente cantaba, reía y se sentía esperanzada. Han pasado muchas lunas y aún aplaudimos la llegada de las fiestas con la misma fe. Para muchos es un tiempo para el olvido de las preocupaciones cotidianas, para romper con la fatiga del trabajo diario, para vivir, aunque solo sea por unos momentos, abandonados al impulso del presente. Para otros, una manera de seguir conmemorando a Dios. Pero para todos, niños, jóvenes, adultos y ancianos, la palabra “fiesta” es una palabra mágica, la que expresa como ninguna otra el sentir y la alegría de todo un pueblo. Recordemos nuestra infancia, caminando de la mano de nuestros padres entre los cacharros de la feria o ilusionados de tómbola en tómbola. De nuestra adolescencia y primera juventud todavía nos queda bastante de aquella fuerza, aquella pasión con que nos entregábamos a la vida, y en algunas noches de feria, noches de verano, sin duda, muchos de nosotros nos rendíamos al amor. Detrás de la cortina de los años, algo se enciende aún en nuestro corazón cada vez que se aproximan las fiestas. Y hacia ellas caminamos juntos, fuere cual fuere nuestra edad o condición, porque nosotros, sin duda alguna, somos el alma de las fiestas, una multitud en algarabía que significa “vida”.
Otra de las acepciones de la palabra fiesta es vacaciones. En estas vacaciones que muchos disfrutamos en tiempo de verano, y que tanto nos merecemos, les deseo, igual que en sus ratos de fiesta, mucha alegría. Y para ustedes estos versos:

Es el tiempo de las horas felices,
de la belleza en la plaza y de la aurora en las fuentes.
Y cuando quede atrás el peso de las profundas contradicciones,
sólo esta dicha será un tesoro en el diván de mi memoria.

Ana Herrera

Emitido en La Firma de la Cadena Ser Costa del Sol y Amicam radio Campillos. Publicado en el libro de “Ferias y Fiestas” de Campillos. Agosto 2004.

NARRATIVA: TIEMPO DE NAVIDAD

De nuevo diciembre, último en el calendario de sueños que cierra el año. El frío arrecia y las cumbres se cubren de nieve sobre nuestras anodinas cabezas. Atrapados en el tiempo, prisioneros del ayer, quedan los incontables momentos de una vida. Para muchos es el final de una meta y un paso esperanzado hacia el futuro que espera con rostro de sabio. Para otros, un abrazo que nos empuja cada vez más hacia la innegable eternidad de los siglos. Sin duda, un año más, un año que nos hace más viejos, un año que nos lleva a aceptar la melódica armonía de vivir. Ya lo dijo Horacio en su Oda famosa: “¡Cuánto mejor es soportar lo que sea, tanto si Júpiter nos ha concedido muchos inviernos como si es el último éste que ahora azota el mar Tirreno con su oleaje adverso!”. Hoy sólo soy una simple transeúnte del invierno. Pero diciembre, siempre ajeno a su importancia, se viste de navidad. Las calles recobran sus lucecitas brillantes, los escaparates enseñan sus mejores galas y los corazones se inflaman con el color de la amistad. Los adultos se hacen niños y los niños crecen imbuidos por el ritmo de las panderetas y sonajas. Diciembre me trae la sonrisa de un nuevo San José, la tierna mirada de María y el llanto sincero de Jesús en el pesebre.
¡Diciembre blanco sobre nuestras manos heladas! ¡Qué ilusión en las frías tardes junto al fuego, de los hogares cargados de invierno, o en los paseos nocturnos por las aceras sonámbulas de la ciudad, sentir sobre el fondo abierto del alma la sutil caricia de un mundo mejor.
Feliz diciembre para todos asomados a las palabras del soñador (Carlos Reviejo):
Si acaban las guerras,
si empieza la paz,
si el odio se vuelve
amor y amistad,
tal vez para siempre
sea navidad.

Ana Herrera
Emitido en La Firma de la Cadena Ser Costa del Sol y Amicam radio Campillos.

NARRATIVA:HIDALGOS DE LA MANCHA CUATROSCIENTOS AÑOS DESPUÉS

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…”

En cierta ocasión me dijo un amigo que él leía para ser libre. Otro me comentaba que las palabras brotan donde hay sentimiento y vida. Una de mis mejores amigas se confesaba adicta a la lectura. Yo, por mi parte, creo compartir con muchos de ustedes la opinión de que la escritura fue el invento mágico de la humanidad, y que el libro es un puente entre el pasado y el futuro, que nos hace llegar allí donde se cierra la puerta del tiempo. Si recordamos la frase de Wittgenstein: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi conocimiento”, también coincidirán conmigo en que es precisamente el libro el que ensancha estos límites. En una página de internet aparecía la siguiente información: “Si leemos un libro por semana, sólo leeremos unos pocos de miles a lo largo de nuestra vida, una décima de un uno por ciento del contenido de las mejores bibliotecas de nuestra época”. Por ello, hoy, en mi humilde condición de amante de la lectura, les voy a recomendar un libro que recientemente ha caído entre mis manos y que está en boca de todos. En éste que se nos conforma como el año cervantino, los españoles y la humanidad entera tenemos el orgullo de conmemorar el IV Centenario, cuatrocientos años, desde la publicación en Madrid, en el año de 1605, de “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la mancha”, y poder reconocer a su autor, Miguel de Cervantes Saavedra, “Príncipe de los Ingenios”, como la pluma más brillante del mundo, si hablamos en prosa, digno de ocupar el podium de los grandes junto a nombres tan ilustres como los del gran poeta ciego Homero o del insigne dramaturgo inglés Shakespeare. Y por eso, nada mejor que emprender la grata tarea de leer El Quijote aquellos que aún no lo hayan hecho, o releerlo aquellos que hace tiempo lo tuvimos en nuestras manos, pues como decía el gran escritor José Bergamín “El Quijote debe ser leído y releído”.
Nadie como Cervantes, un espíritu único y libre, para crear el espíritu de su personaje incomparable, su alter ego, diríamos hoy, entregado a la lucha contra las adversidades, a la lucha por la justicia, por el bien, por el amor, y por el valor supremo cervantino, la libertad, causas todas tan nobles.
El Quijote será un verdadero paseo por los caminos de la condición humana universal y atemporal. En opinión de la crítica, tan grande es El Quijote como “La Biblia”, “Las mil y una noches”, “La Ilíada”, “El Ramayana”, “El Libro de los muertos”, “Guerra y Paz”, “Fausto”, y pocos más, títulos todos que parecen obra de dioses, más que de humanos.
Sí, dirán ustedes, El Quijote es sólo una novela. Salvo, claro está, como aparece escrito en el prólogo de una de las numerosísimas ediciones que se han hecho de El Quijote, desde su publicación, salvo, claro está, que es la mejor novela que se ha escrito en el mundo, en todos los idiomas, a lo largo de todas las generaciones y en todos los tiempos. Por eso, léanlo, lean El Quijote y verán, además las maravillas que Cervantes hizo con el idioma.
Para concluir voy a retomar unas palabras que Cervantes decía sobre sí mismo y en su afán de ser un gran poeta:

Yo que siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo.

Seguramente el cielo no le dio la gracia de ser excelente poeta, como al exquisito Garcilaso de la Vega, el “Príncipe de los poetas españoles” y su poeta favorito, ni tampoco le dio la gracia de ser un excelente dramaturgo, como a Lope de Vega, a quien él mismo llamaba “Monstruo de la naturaleza”, pero el cielo le dio la gracia de ser el mejor prosista del mundo, “Príncipe de los Ingenios”, el mejor novelista que han conocido los tiempos. Así pues, gocemos con sus palabras:

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…”

Y como diría Cervantes: “Y con ésto, Dios te dé salud y a mí no olvide”.


ANA HERRERA

Emitido en La Firma de la Cadena Ser Costa del Sol y Amicam radio Campillos.
Publicado en Liberlect.com, nº 11 y libro de “Ferias y Fiestas” de Campillos, Agosto 2005

NARRATIVA: ROSA DE ALEJANDRÍA

ROSA DE ALEJANDRÍA

Yo la amaba, la amaba desesperadamente, pero ella había rechazado mi proposición matrimonial, igual que hizo con la de todos sus pretendientes. A saber que hubiera pasado si Hipatia no hubiera reconocido el nombramiento de Directora del Museo, si no se hubiera entregado a la Biblioteca en cuerpo y alma. Probablemente yo no estaría aquí ahora corroído por los remordimientos, después de tantos años de vivir a medias la vida.
Aún recuerdo la cara de Teón cuando le anunciaron el nacimiento de la niña en aquel 370 d.C. Yo tenía apenas diez años y sé que aplaudió con fuerzas aquel regalo de la fortuna. “La educaré como a un varón. La llamaré Hipatia, pequeña rosa de Alejandría.” La niña creció bajo los cuidados y las atenciones del cariño paterno. ¡Cuánto amor y palabra de sabio por los corredores de su inocencia! Mi casa estaba cerca y podía ver sus ejercicios físicos por la mañana. A mediodía se dedicaba a tomar unos baños relajantes y al atardecer estudiaba ciencias, artes y música. El día que me comunicó su deseo de viajar por Italia y por Atenas no pude reprimir la emoción, pues mi amor por ella crecía a la par que su belleza y sus dotes de sabia. A su regreso, Hipatia conquistó con creces el corazón de la ciudad, pero aquellos tiempos difíciles no tardarían en volverse en su contra. El estupor y el miedo se apoderaron de mí cuando asistí horrorizado a su horrible final. Aquel grupo de fanáticos cristianos la arrancaron de su carruaje cuando iba a trabajar, rompieron sus vestidos y, armados con conchas marinas, la desollaron arrancándole la carne de los huesos. ¡Sus restos quemados, sus obras destruidas!
Han pasado los años y no puedo dejar de mirar al pasado. Era una bonita mañana del año 415 d.C. en la hermosa ciudad de Alejandría. Y murió la rosa.

2003 d.C. Prensa del día en la nueva Biblioteca Alejandrina:
“Papiro egipcio encontrado en recientes excavaciones. Historia de Hipatia, primera mujer científica y filósofa de Occidente lapidada y descuartizada en vida.”
“Nigeria: Amina Lawal, mujer nigeriana condenada por un tribunal de su país a morir lapidada en vida.”
Ana Herrera

“Breviario” de Alas. Edita: Instituto Andaluz de la Mujer. DL: MÁ 8482-2003

POESÍA: HÉCTOR

A ese Héctor,
héroe implacable en la odisea del guerrero
y amante febril en la intimidad del gozo.
Andrómaca lloró su ausencia
cuando la muerte en furia
hizo sombra a tanta hermosura.
A ese Héctor que encontré
en un tiempo perdido en la memoria,
entre los laureles gloriosos de tanta poesía ,
y me llevó a creer en la verdad de ser hombre,
ese que alimentaría mi deseo
ante las fauces negras del destino.

Ana Herrera


Walläda nº 6. Edita ALAS. Málaga, 2006. ISBN-10:84-611-4140-7
Patrocina: Instituto Andaluz de la Mujer.

"Cuatro rosas y un sueño", por Ana Herrera Barba

E-BOOK
Un enfoque histórico, un trasfondo de exotismo, cuatro mujeres de otro tiempo, cuatro rosas que nos hablan desde el ayer para hacernos reflexionar sobre el presente más cercano. Cuatro mujeres que sintieron las mismas inquietudes de la mujer actual, que se entregaron a sus sueños y al amor, y que padecieron el dolor sobre sus almas de violeta. La primera es la voz de una mujer del antiguo Egipto, que dejó grabada su historia sobre una losa de piedra que se encuentra en el Museo Británico de Londres. La segunda, Hipatia, la última directora de la Biblioteca de Alejandría, primera filósofa y científica de occidente, lapidada en su ciudad en el 415 d.C. Walläda, la última princesa del califato Omeya de la ciudad de Córdoba; vivió en el siglo XI, y fue una mujer rebelde y una excelente poeta. Mumtaz Mahal, la mujer que inspiró la construcción del Taj Mahal, esa maravilla de la arquitectura moderna que Tagore bautizó como “Una lágrima en la mejilla del tiempo”. Cuatro relatos y cuatro poemas que nos desvelan las voces de ayer que no son sino las voces de hoy y las voces del mañana.